jueves, 27 de mayo de 2010

Mi barrio

Yo viví en Irlanda, Irlanda n° 730, Las Condes. Una casa de 2 pisos, el segundo tipo casa A. Tenía closets a lo largo de la casa a ambos lados aprovechando el espacio entre la vertical y el techo inclinado.
Mi calle solo tenía 2 cuadras, pero la otra cuadra era curva así que terminaba en la calle paralela a mi cuadra. Eso confundía mucho a las visitas, depende por donde entraran a veces no podían encontrarnos!!!
Hacíamos muchas fiestas, nuestros cumpleaños, fiestas de curso, de fin de año, etc. Mis papás también, siempre les gustó invitar a su casa. No teníamos tantas sillas o sillones, pero el ventanal era tipo bowindow, así que nos sentábamos ahí, conversábamos, coqueteábamos.
Mi gran problema en las fiestas es que a mí me gusta bailar bien movido y con harto espacio y no faltaba el que me sacaba a bailar y ¡¡¡después a penas se movía!!! ¡¡¡Que rabia!!! Yo venía llegando de España y allá solo los lentos se bailaban de a dos, el resto solitos no más o en grupos.
En esa época se bailaban lentos, así que siempre estábamos esperando esa parte, la mejor de la noche. Oscurito, bueno, no tanto tampoco, en los brazos de alguien, bailando. Y mirando a las que nadie había sacado… Alguna vez también fui de ellas…
Pero el barrio era muy tranquilo, así que con los años los vecinos llamaban a los pacos cuando teníamos fiestas, había que bajar la música, relajarse un rato, pero después seguíamos no más!!!
Pero del barrio mismo nunca tuve amigos, en la casa de al frente habían 2 hombres y una mujer de nuestra edad más menos, pero nunca se armó nada.
A los lados había cabros chicos, aunque los vecinitos crecieron y uno sacó una voz… estereofónica, ¡¡¡casi casi daban ganas de soltarse el pelo e ir a visitarlo!!! JJAJAAA Pero a una le criaron señorita, no?
Mi casa estaba casi a la esquina y era la primeras que daba a mi calle, la de la esquina miraba a la calle de al lado. Al frente igual. El vecino que seguía por mi calle al frente era marino, menos nos relacionábamos con él, pero para el Año Nuevo era divertido, se tomaba sus copas de más y con sus amigos se ponía a marchar por la calle ¡con el paso de la oca y todo!
En las otras calles nunca se veía gente en la calle conversando ni nada, así que no tuve amigos en el barrio, pero nosotros éramos los que armábamos los carretes y los disfrutábamos.

1 comentario:

CarmenRosa dijo...

q bonito relato!!
me gustó mucho el encuadre positivo y divertido
daban ganas de haber vivido allí y disfrutarlo
gracias por compartirlo